La difícil situación actual nos impide ver la realidad, y la realidad es que todo está cambiando de manera vertiginosa. Hoy más que nunca se puede aplicar aquello de que «los árboles no nos dejan ver el bosque». Pero a pesar de todo, del sufrimiento diario, de las constantes noticias que deterioran nuestra confianza en el sistema, de la escasa calidad de la clase política que cada mañana nos despierta con un episodio más reprochable que el anterior, lo cierto es que en este país de nuestras entretelas hay una gran mayoría de ciudadanos, trabajadores y empresarios, que luchan cada día como si fuese el último por sacar adelante sus empresas y sus economías domésticas.
Y eso es lo que nos tiene que llenar de optimismo para el 2013. Sólo el esfuerzo de la sociedad nos sacará adelante. Nada más, ningún gobierno, ni ninguna política económica lo harán. Y está en las manos de todos.
Nuestro despacho es visitado constantemente por personas que están peleando, que luchan sin descanso, pero que necesitan nuestra ayuda, unos para crecer y otros para no caer en el abismo. Pero todos pelean, a su manera, dentro de la legalidad, y de la ilusión por fortalecer un proyecto empresarial o personal. Cuando recibes esa energía positiva te das cuenta de que lo importante está ahí, en el espíritu emprendedor, en el sacrificio personal, en la búsqueda del camino correcto. Y eso, vuelvo a decir, es lo que nos debe llenar de optimismo para 2013.
Personalmente, estoy convencido de que el año que empieza puede ser un año estupendo, si todos tenemos esa convicción y si dejamos de esperar que alguien nos solucione el problema. Hagamos, construyamos, olvidémonos del año pasado y del anterior, y del otro, y extraigamos los aspectos positivos de todos ellos que, sin duda, los ha habido en cada una de nuestras historias personales y profesionales. OPTIMISMO, es la palabra y es el concepto que debemos desarrollar: el empresario, porque se puede cambiar el rumbo, aunque resulte duro y traumático, y se deban olvidar algunos planteamientos grandilocuentes del pasado; el trabajador, porque existe una gran mayoría de empresas que son honradas y tratan al empleado con la dignidad que merece, y porque, en última instancia, existe la opción del emprendimiento, que supone una aventura vital, pero una aventura extraordinaria al fin y al cabo.
Creamos en nosotros mismos, en nuestras ideas, es el momento de la iniciativa, de los valientes, y de los luchadores. En todos los sentidos y en el área laboral y empresarial, más que nunca. Tenemos 365 días por delante para embarcarnos en la solución y para dejar atrás actitudes mediocres y acomodadas. Démosle un uso adecuado a este año, desde hoy, sólo está en nuestras manos. El pesimismo y la autocomplacencia no conducen a nada. Seamos positivos el ejercicio que ahora empieza y comprobaremos el resultado.
Feliz 2013
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